Triatlón Sprint de Sestao 2023

Pues, aunque haga mucho que no escribo por aquí, no ha sido por falta de cosas que contar, si no por falta de tiempo para contarlas.

No voy a intentar ponerme al día de lo que he hecho desde la última entrada que publiqué, porque sería absurdo. Sí que voy a poner un listado de las pruebas que he hecho, y unos números a modo de resumen de los entrenamientos hasta ahora, y luego, sí que haré la crónica del Triatlón Sprint de Sestao 2023.

Primero, vamos con el listado de pruebas desde la última prueba que tiene entrada propia (el Duatlón de Mungia):

30/04/23 - Duatlón Azkoitia (10-40-5)

17/06/23 - Triatlón Sprint de Lekeitio (750-20-5)

25/06/23 - Triatlón de Somo (600-14-4)

05/08/23 - Triatlón Cross Santo Domingo Ajo (500-21-5)

Segundo, dejo por aquí unos gráficos de las horas de entrenamiento y los kilómetros entrenados este año:

Y me meto ya en harina con el TRIATLÓN SPRINT DE SESTAO 2023.

Con lo que llevo entrenados en los últimos dos meses, tenía muchas esperanzas puestas en hacerlo bastante bien en Sestao. Sólo en agosto, más de 400 kilómetros de bici. Creo que nunca he hecho tantos en un mes. De natación también bastante bien. Sólo corriendo ha sido un mes raro, con pocas salidas y no muy largas. En esto, he seguido la tónica de todo el año.

Llego a Sestao con margen de sobra para estar tranquilo. Voy a por el dorsal con Sergio Mijancos y cojo también el de Alba que, aunque está apuntada, no lo va a hacer por que no ha tocado la bici desde que se inventó la rueda, y no se ve con garantías de nada en la bici, así que ha tomado la decisión de irse con mi hermano Dani a una travesía solidaria DALECANDELA contra la ELA en Getxo.

Preparo todo en boxes, y nos dice Janire que la temperatura del agua es de 23,5º con lo que el neopreno está prohibido, salvo para los Veteranos 2 y mayores. Así que yo contento, porque creo que en un triatlón sprint, pierdo más tiempo en quitarme el neopreno que lo que gano en nadar con él, y además, a bastante gente le pasa que nada mejor con neopreno que sin él, así que por esa parte se igualan las fuerzas.

Vemos un poco la salida del triatlón Popular y el de menores, y enseguida nos ponemos los 4 Bilbaotris (Jon, Igor, Sergio y yo), en una más que discreta posición para salir. Demasiado atrás para mi gusto, pero también es verdad que no tengo ninguna gana de empezar con golpes.

El recorrido es un triángulo en el que hay que dejar las boyas a la derecha, así que la estrategia que planteamos es abrirnos todo lo posible para evitar golpes. Cuando dan la salida, me tiro al agua y veo que la mayor parte de la gente ha pensado lo mismo así que, en lugar de abrirme, tiro recto a por la boya. Es raro porque suele costarme coger el ritmo y las buenas sensaciones en el agua, pero en esta ocasión, desde el principio me veo bien. 

Cojo un buen ritmo y creo que lo mantengo toda la natación. El agua está muy sucia, muy marrón, y según vas nadando te vas chocando con ramas, hojas, o al menos quiero creer que eso es con lo que me iba chocando.

El paso de la primera boya me sorprende porque lo puedo hacer muy pegado a ella y sin gente alrededor. Lo mismo me pasa en la segunda. Creo que ha sido de las veces que más limpiamente he pasado las boyas. Éste último tramo de la natación se me empieza a hacer bola, y aunque intento no bajar el ritmo, creo que no lo consigo del todo.

Justo al llegar a la rampa, veo que Igor y yo hemos llegado a la vez. Según veo luego en la clasificación puesto 53 de 133 en la natación, que teniendo en cuenta que hemos salido casi los últimos, me deja muy contento.

La transición se hace larga. El pasillo de compensación es estrecho y muy largo y todo eso corriendo con las calas se me hace eterno. Nada más montar está la cuesta del puente que, al revés de lo que me ha pasado en otras ediciones, la subo con buena cadencia y buen ritmo.

Antes de llegar a la primera subida, ya me ha pasado Igor, que me dice que me ponga a rueda de su grupo, pero me es imposible. Por mucho que haya mejorado en la bici, aún no puedo ponerme a rueda de grupos como ese. Igor, a todo esto, ha salido antes que yo en la transición, ya sólo le veo cuando nos cruzamos.

A la primera subida a Ballonti, llego solo, pero con bastante gente alrededor. Veo que muchos se quedan clavados, y yo, recupero algún puesto. Subo bien, o al menos las sensaciones que tengo son de ir bien. En la bajada también paso a alguno, pero en el llano, en todo el trayecto hasta volver a dar la vuelta completa al circuito y volver a subir a Ballonti, me pasan muchos y todos como aviones.

Consigo enganchar la rueda de uno de los grupos, y voy con ellos hasta el inicio de la segunda vuelta, donde me vuelvo a quedar sólo.

En este momento, uno de Getxo, me pregunta a ver si tengo agua. Dudo un momento por si eso pudiera considerarse ayuda externa, pero al final le dejo mi botellín. Me lo devuelve y empieza a contarme que si lleva las ruedas bajas, que si no ha rellenado el bidón, que si no sé qué, que si no sé cuántos y yo que no me da la caja para dar conversación a nadie, aprieto un poco y me voy de él justo antes de la segunda subida a Ballonti.

También en esta ocasión adelanto a algún ciclista, aunque también es cierto que otros me pasan a mí.

Al final, con algo más de pena que gloria, llego a la transición donde están como voluntarios Román y Amaia, de Bilbaotri, quienes me dan ánimos que se agradecen un montón.

Empiezo a correr y me veo con fuerzas. Sin embargo, ya antes de salir del largo pasillo de compensación de la transición, la planta del pie izquierdo me empieza a molestar, y a cada paso que doy, el dolor sube un poco más. Así que me empiezo a plantear el abandonar.

Durante unos cuantos metros, esa idea va creciendo en mi cabeza, pero también empiezo a pensar en las dos únicas veces en las que he abandonado una prueba, y pienso que debo seguir.

Decido empezar a correr apoyando el pie izquierdo sólo de puntera, y parece que así puedo ir corriendo algo, aunque sea muy despacio. Por allí anda Borja y Jongui animando.

Y así, medio cojeando medio corriendo de puntera, consigo acabar la carrera. Aún así, hago este sector sobre 5:05 el km, con lo que creo que si hubiera podido correr bien, habría conseguido un buen tiempo.

Tras un poco de avituallamiento, ducha y cervecita, doy por acabada la prueba, y espero que lo que tenga en el pie no sea otra vez una fascitis plantar, que ya me tuvo más de año y medio parado hace un tiempo.