Malmasin - 12-10-2011

Ruta...El rojo la subida, el azul la bajada.



Perfil

Amanece nublado, con niebla, pero la temperatura no es nada baja. En realidad hace un día espléndido para ir al monte.

Salimos de casa bastante tarde para mi gusto, casi a las doce del mediodía. El problema no es que fuese tarde, sino que no sabía exactamente cuánto tiempo podíamos tardar en hacer el camino de ida y vuelta.

Bajamos hasta Bolueta y nada más cruzar el puente, giramos a la derecha para meternos entre unas viejas casas. Enseguida llegamos al parque de Ollargan, y llegan las primeras cuestas que son bastante pronunciadas.



Al fondo... peqeñita.... nuestra casa.



Parece mentira que tan cerca de casa haya un sitio como éste y que casi no lo conozcamos. Hay mesas, columpios, y monte al lado de casa. Yo lo conozco algo más, ya que he subido corriendo varias veces por ahí.

Hay zonas que están en obras, por lo que hay caminos cortados y otros con asfalto sin acabar. Llegados a un punto nos metemos por unas campas, que tienen los senderos marcados y damos al camino que lleva directamente a las faldas del Malmasín.

Les digo a Patri y a Alba cuál es el monte, y les parece a primera vista, bastante alto y lejano. Sin embargo, les convenzo de que realmente no es tan duro como parece. En la cima del monte vemos algo “raro”, como unas rayas amarillas que no acabamos de ver qué puede ser.



A escasos metros de la cima



Llegamos a las faldas y empezamos a subir por las “escaleras” que alguien se ha currado en el camino. Descubrimos al acercarnos, que lo que veíamos en la cima era una bandera de Basauri que unos de Ogeta habían subido allí, ya que eran fiestas de Basauri.

Subimos hasta el buzón y nos abrigamos un poco ya que, aunque no hacía frío, estamos sudados de la subida. Nos tomamos un ligero hamaiketako, descansamos, sacamos alguna foto y empezamos a bajar.





Ama y Alba en la cima

 

Aita y Alba en la cima

En lugar de hacerlo por donde habíamos subido, lo hacemos rodeando un poco el monte, por donde yo suelo bajar cuando voy corriendo. Hay bastante árgoma (plantas espinosas) y el camino está bastante cerrado, pero al cabo de un rato accedemos de nuevo al camino por el que hemos subido.

Alba empieza a decir que está cansada, pero es normal, porque el día anterior había estado entrenando y fue un entrenamiento bastante duro.

Llegamos a la última parte de la excursión y aunque estaba cansada, tuvimos que hacer una pequeña parada en los columpios.




Excursión cercana, sin necesidad de preparar gran cosa y que a Alba y a Patri les ha gustado, porque Alba me ha preguntado a ver cuando podíamos volver.



Y el domingo a la 2ª Subida Popular a Artxanda.