Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Resumen de un mes

Ostras, desde la Finaga no he contado nada de nada, y mira que han pasado cosas desde entonces.


Conor AFX 2.0 DH
Por ejemplo, he vendido la bici de carretera a un chico que, como yo, quería probar el triatlón. En su lugar, ahora tengo un bici de montaña, una Conor que espero darle más uso que a la pobre Kuips, a la que apenas le hice 400 kilómetros.
Siempre me ha dado mucho respeto (o miedo) la carretera, y aunque en el monte también hay que tener mucho cuidado, creo que me va  a gustar mucho más. A ver si saco tiempo y la estreno.




En cuanto a carreras, ha sido un no parar.


Página de El Correo


Llegando a meta en la Santurtzi-Bilbao























El fin de semana siguiente a la Finaga, el día 27 de noviembre, corrí la Santurtzi – Bilbao, 15,5 kilómetros en un día fresco, de los que me gustan a mí. En esta carrera hice mi MMP en un 10.000 (40:00) aunque evidentemente, de forma oficiosa. Pero es que además, me vi con fuerza y ganas, haciendo en total un tiempo total de 1:04:41, lo que supone un ritmo de 4:08, muy por debajo de lo que tendría que hacer en una media para bajar de 1:30.

La semana siguiente a la Santurtzi – Bilbao, fue de descanso total. De hecho paré durante 8 días, otra vez, aunque el día 3 de diciembre, participé en el II Triatlón Indoor de Arrigorriaga. Como el año pasado, fueron 1 kilómetro de remo en hergómetro, 5 kilómetros encima de una bici de spinning y 1 kilómetro corriendo dando vueltas al frontón. Hice un poco peor de tiempo que el año anterior, unos segundos. Es una prueba agotadora, y eso que apenas dura 14 minutos, pero son 14 minutos a tope. De todas formas, es una competición distinta, divertida y organizada además, como la X-trem FInaga, por el Urbiko Triatloi Taldea, que se dejan la piel en cada evento que organizan.
1 Km de Remo

5 Kms de Bici

1 Km Corriendo


Después de entrenar sólo 2 días en las dos semanas siguientes a la Santurtzi – Bilbao, me presento en los 10 kilómetros de Portugalete (Gabonetako Krosa), el domingo 11 de diciembre con la intención de bajar de 40 minutos. En realidad no tenía ninguna esperanza de conseguirlo, ya que durante el último mes y pico había entrenado muy poco.

Sin embargo, hacía un día frio, más que en Santurtzi. Además me junté con Quim, del Txoko que también pretendía hacer un sub 40. Tuvimos suerte además, de que hacia mitad de carrera, coincidimos con la liebre que iba a ese tiempo, así que nos pegamos como lapas y conseguimos ele objetivo. Al final 39:46. Un tiempo que hace no mucho, me parecía estratosférico (y aún me lo parece), pero que viendo cómo han sido los entrenamientos, se que le puedo dar un buen mordisco.


De dcha. a izda. Quim, Jose, Joseba y yo

Ultimos metros dándolo todo


Tras pasar la línea de meta, intentando recuperar el aliento
 Y ayer, una semana sólo después de conseguir mi MMP en un 10.000, fui al Medio Maratón de Vitoria a por el objetivo real desde hace varios meses, bajar de 1:30 en media. Como es habitual en Vitoria, hizo frio, no superando los 3º en ninguno de los termómetros que ví durante la carrera. Genial.

En la salida me coloqué bastante bien en la salida, o al menos eso pensaba yo. Más o menos a la altura de la liebre de 1:30. Después de un minuto de silencio, por el fallecimiento reciente de un conocido atleta alavés, dan la salida y veo desesperado, que la liebre de 1:30 va a toda leche. De hecho, veo que la de 1:35 se me va escapando también. No puede ser. Miro el reloj y veo que voy por debajo de 4:10 y las liebres se me están yendo, con lo que por lo menos iban a un ritmo de 4’ el kilómetro, cuando deberían ir a 4:15. Me tranquilizo un poco y decido ir a mi ritmo, sin preocuparme de las liebres y pensando que poco a poco iré recortando terreno con ellas. Los dos primeros kilómetros, mantengo un ritmo estable a pesar de ir adelantando a bastante gente, 4:06

Voy bien, sin sufrir, y pongo un ritmo más o menos cómodo y cercano al ritmo objetivo, aunque ha decir verdad no miro mucho el ritmo al que voy. Prefiero ir mirando los kilómetros marcados por la organización y calcular el tiempo por el que debería pasar por ellos. El km 3 debería hacerlo por debajo de 12:48 y paso en 12:29, con lo que veo que voy cogiendo unos cuantos segundos de colchón.

Poco a poco, voy viendo que las liebres ya no se alejan, sino que se me voy acercando a marchas forzadas, y yo sigo sin sufrir. Adelanto a la de 1:35 y al poco tiempo a la de 1:30. Al ritmo que van, van a reventar a muchos de los que van con ellos.

Pero yo sigo a lo mío y voy haciendo cálculos mentales en cada punto kilométrico. En el 9, debería pasar en 38:24 y sin embargo paso en 37:44. 40 segundos de colchón. Sin embargo, al poco de pasar ése kilómetro, se me desata la zapatilla. Nunca se me habían desatado, y desde que Joseba me preguntó que porqué no me hacía doble nudo, (en la Finaga X-trem), se me han desatado dos veces. Joseba, eres gafe ;).

El caso es que aún así, acumulo otros 10 segundos de colchón. Ya van 50. Sin embargo, sé que queda la peor parte de la carrera. Sobre el kilómetro 12 y hasta el 15, es una zona con una subida no muy pronunciada pero si larga, donde puedes perder buena parte del tiempo que se ha ganado en los primeros kilómetros.

Sé que lo tengo en la mano, y además, voy casi a 4:10 sin mucho esfuerzo. El peor kilómetro de esta zona es el 14, haciéndolo en 4:19 pero teniendo en cuenta que es el que más subida tiene, no he perdido mucho tiempo. Por el 14 debería pasar en 59:43 y paso en 58:38, es decir 1:05 de margen.

Empiezo a contar ya los kilómetros que faltan y no los que llevo, y a calcular el ritmo que debo llevar para cumplir el objetivo. No quiero petar ahora que voy tan bien. Han sido demasiadas ocasiones en las que he estado cerca del objetivo y por culpa de un mal planteamiento de la carrera, se han ido al traste. Esta vez, no me iba a pasar.

Ahora viene una zona de bajada, que aprovecho para acumular un poquito más de colchón con menos esfuerzo.

En el kilómetro 17 acumulo ya un adelanto de 1:11 segundos, y es cuando ya decido bajar el ritmo y simplemente rodar. Hago los tres siguientes kilómetros a una media de 4:20, disfrutando de ver como he sabido plantear la carrera y de ver que el objetivo está cumplido. Sólo debo llegar a meta.

Al final, llego a meta en 1:29:17 tiempo oficial.

A partir de ahora, con el objetivo cumplido y ya sin presión, se que puedo bajar ese tiempo en algún minuto. Sólo debo entrenarlo bien y tener suerte.