Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Y hablando de semanas, llegó Semana Santa (16/04 a 26/04)

Entre pitos y flautas, un par de semanas menos que quedan para el objetivo. Los entrenamientos de estas dos semanas, han estado un poco condicionados por las vacaciones, que siempre es un periodo un poco incierto sobre el cómo organzarlos.

Sin embargo, el resultado ha sido muy bueno.

El día 16, martes, conseguí un poco más de tiempo que el habitual para ir a la piscina. Cayeron 2500 metros, haciendo lo que una vez me comentó mi hermano un "Factorial" que no es más que empzar con una distancia, 500 en mi caso, a un ritmo, luego 400 un poco más rápido, y así, ir bajando la distancia y subiendo el ritmo hasta los 100. Yo los hice con palas y ya empecé muy rápido por lo que apenas conseguí subir el ritmo en cada tramo. Salvo el 100 que salió a 1:26, el reto de los tramos fueron a 1:31.
Para rematar, hice sin palas un 4x50 fuerte.

Día 18, Jueves Santo. Ese día, llovió a cantaros en Noja, por lo que decidí aprovechar el bono vacaciones del polideportivo y fui nadar. Menos mal que tienen bien organizada la piscina y disponen de una calle rápida para nado contínuo, porque debido al tiempo, la piscina estaba petada. Tenía ganas de exprimir un poco, y tras los típicos 500 metros de calentamiento, hice un 15x100 con poalas a 1:27 descansando 30 segundos.

Como todo no puede ser nadar, el viernes 19, ya sin lluvia, hice uno de los recorridos que suelo hacer por tierras Cántabras. Fueron casi 14 kilómetros en algo menos de una hora, pero lo mejor, a parte del ritmo, es que las sensaciones fueron muy buenas. Además, el recorrido no es precisamente llano.

De nuevo sesión de natación el sábado 20. Esta vez, sin entrenamientos complidados. Después de calentar, me puse las palas y de seguido, un 2000 a 1:35. Total, 3000 metros. Cifra a la que no llegaba desde hacía muuuucho tiempo.

Para acabar las vacaciones, y tras el descanso del Domingo de Resurreción, hice un entraniento el lunes 22 poco más largo corriendo (hay que ir alargando ), así que me acerqué hasta Argoños. 16 kilómetros a 4:33 de media, pero muy muy a gusto.

Ya en Bilbao, el martes 23, Spinning. Poco más

Y hasta el viernes, naaaaada de nada.Eso sí, el fin de semana ha sido más que productivo. El mismo viernes 24 kilómetros y medio de carrera, llegando hasta Arrigorriaga y volviendo por Sidenor, aun ritmo casi de competición, a 4:19 y lo mejor de todo es que todo el tiempo fui muy fresco. Disfrutando.

El sábado 25, fue uno de esos días que hace subir las endorfinas Sesión doble, seguida. Priemro correr, con 13 kilómetros vivos, a ritmo medio de 4:27, y seguido, cambio de deporte, para ir a la pisicna y hacer un 1600 de nado continuo, a ritmo fuerte (1:34).

La flaca la dejé para el domingo 26 a latarde, porque por la mañana, dimos un paseo por Bolitntxu en familia. Con la bici, como se acercan peligrósamente las Jornadas Pirenaicas, había que acumular desnivel, y teniendo el Vivero cerca, que menos que ir por allí. Subí primero por Santo Domingo, por la subida que más tráfico tiene, pero es la que mejor me pilla saliendo de casa. En 15 minutos ya está en carretera tranquila. La primera bajada, me llevó a Lezama, para llegar hasta Larrabetzu y coger la subida que me enseño Josu el otro día, el "Kapelmuur". Luego, bajada y subida por Bengoetxe, para acabar con la típica subida desde el Gallo. +1600 metros acumulados de desnivel. en apenas 60 kms.




Una semana más, una semana menos (08/04 a 14/04)

La semana ha transcurrido más o menos como se esperaba.

El Lunes tocó descansar

Para los siguientes días, me había propuesto hacer un par de entrenamientos diarios. Y así fue.

Martes, con unas series de 100 en la piscina a primera hora, esta vez sin palas, y teniendo muy buenas sensaciones. A la tarde,Spinning, haciendo una sesión bastante potente.

De nuevo el miércoles a primera hora, a nadar. Un par de repeticiones de 500 en progresivo con las palas y entre el calentamiento y enfriamiento, otros 1700metros.
A la tarde, una tirada media, intentando alargar las salidas. No me propuse un ritmo fuerte, pero la verdad es que poco a poco, según pasaban los kilómetros me fui viendo bien, y el ritmo lo fueron marcando las piernas, y no la cabeza. Al final, consiguiendo esquivar la lluvia, salieron casi 17 kilómetros a 4:32 yendo hasta Arrigorriaga por San Miguel y volviendo por Basauri.

El jueves no fui a nadar. Pero a la tarde, después de salir de una sesión de Spinning más dura aún que la del martes, me puse las zapas de correr y salí hasta Etxebarri para unos 7 kilómetros a 4:28, notando al empezar las mismas sensaciones que se tienen cuando en un duatlón o triatlón, dejas la bici y empiezas a correr. Mientras corría por el polígono de Bolueta, pasé al lado de una banda de música que estaba ensayando para la semana santa. Me dio la impresión de estar dentro de una peli de Almodovar. Totalmente anacrónico.

Para el viernes, otra vez dos sesiones seguidas. Primero un 1500 en el agua a 1:35 el 100. Con sensación de ir bien de ritmo pero con un par de puntos aún por meter. Y seguido otros 7,5 kilómetros corriendo, al mismo ritmo que el jueves, 4:28 con un recorrido prácticamente idéntico.

Con el frio de la mañana, el sábado saque la bici. Había quedado para subir al Vivero por una subida que no conocía. El "Kapelmuur" le llaman, por ser en parte un poco similar (salvando las distancias) con el "muro" del Tour de Flanders (Wikipedia). No se me hizo especialmente duro, pero en parte porque me lo había imaginado mucho peor, y además, porque era al principio de la salida y no llevaba ni 20 kilómetros. Bonita subida que repetiré seguro. Se accede por Larrabetzu y se llega en el Vivero, hasta uno de los desvíos del campo de Golf.
Bajamos y subimos de nuevo por El Gallo.
Corta salida pero intensa.

Como dice el título de la entrada, Una semana más, una semana menos. Sólo quedan 11 semanas, y a veces tengo la sensación de que aún tengo mucho trabajo que hacer y poco tiempo y otras veces, creo que aún falta tiempo suficiente para seguir acumulando entrenamientos.



Semana de transición (31/03 a 07/04)


Pocos entrenamientos en condiciones desde el Duatlón de Erandio

El día después, domingo (31/03), salí por la tarde y salió un buen entrenamiento. Algo más de 15km dando tres vueltas por Etxebarri con unas sensaciones muy buenas, y yendo fácil a ritmos por debajo de 4:30
Sin embargo, al día siguiente, el cuerpo dijo que no, y aunque ya tenía previsto rodar a ritmo suave, cercano a 5:00, las sensaciones fuero muy malas así que completé la hora prevista y para casa.

Martes, miércoles y jueves, sesiones de natación que como siempre, o casi siempre, salen bien. Esta semana, además, he podido estar algo más de tiempo en el agua,  por lo que han pasado de los 30 minutos. Aprovechados, eso sí. Dos días de nado continuo y otro de series de 100 con las palas.

El jueves a la tarde, volví a Spinning, que desde la baja de Iratxe, la monitora habitual, es una incógnita. Nunca sabes quien nos va a dar clase, ni cómo va a ser esa clase. Ese día estuvo una chica. Clase durilla, aunque eso no lo marca la monitora sino cada uno. Al final de la clase, hubo algo de bronca porque alguien se quejó del volumen de la música. 

Esquivando la lluvia prevista para el viernes, salí a media tarde a correr. Un rodaje rapidito de un poco más de 10kms. A gusto.

Y el domingo a la tarde, intenté un entrenamiento doble. Primero piscina, con un exigente entrenamiento de 2500 metros con 9x200 con las palas. a un ritmo de 1:32, y seguido, quería hacer unos 15 kms corriendo, pero desde el primer paso las sensaciones fueron malisimas. De caja y de piernas iba bien. Sin embargo, en el costado derecho sobre todo, me empezó un dolor que no me dejaba correr en condiciones. Tipo flato o así. Pensé que se iría pasando si reducía un poco el ritmo, pero no fue así. Con lo que cuando llevaba unos 3kms, me paré y volví andando a casa.
Creo que la culpa del dolor se la tengo que echar al poco tiempo que pasó desde que comí, hasta que empecé a entrenar.


En conclusión, una semana sin Bici y con muy pocos kilómetros corriendo. Me va a costar.


Entrenamientos desde 31/03 al 07/04

Duatlón Sprint de Erandio 2019

El año pasado, ésta fue mi primera experiencia en un Duatlón. Fui bastante nervioso porque había muchas cosas a las que debía estar atento.
Este año he ido también nervioso, pero porque creo que estoy bien entrenado y tenía ganas de mambo.

El día está precioso, sin viento, con sol e incluso algo de calor para las fechas que estamos, pero aunque no me gusta que haga calor, en la bici no lo noto tanto por lo que no me preocupa demasiado.

Por no tener que desmontar la rueda y tener que buscar sitio allí para aparcar, decidimos ir en metro. Me acompaña mi mujer, para darme ánimos y para sacarme alguna foto. La verdad es que es ilusionante cómo me apoya en esta pasión por el deporte. Tanto a Alba como a mí, nos gusta mucho el deporte y le hacemos pasar mucho tiempo en pistas de atletismo, crosses, carreras....Gracias! Aunque a ella creo que le gusta mucho vernos.

Siguiendo con el Duatlón, llegamos con tiempo suficiente a coger el dorsal y preparar en boxes todo lo necesario. Me lo tomo con calma, ya que me gusta repasar mentalmente el proceso de las transiciones para no dejarme nada.

Caliento un poco, pero no demasiado porque ya hace calor y no voy a salir como en el Duatlón de Eibar, que salí como pollo sin cabeza. De hecho, cuando ya voy hacia la salida, me coloco ya en las últimas filas. Es Campeonato de Bizkaia y hay mucho gallo, independientemente de que ya de por sí, la mayoría son unos galgos del copón. En Eibar, por ejemplo, el primer kilómetro lo hice sobre 3:40 y aún así, iba de los últimos.

Foto: Festak. En la salida

Dan la salida y como pensaba enseguida estoy en el pelotón de cola. Se estira el pelotón y ya por el bidegorri hay bastante sitio para correr a gusto. Sin apretar demasiado y guardando para el último sector, salen los kilómetros en un ritmo aceptable, a 3:58 el primero y a 4:08 el segundo.

Foto: Festak

El recorrido ha cambiado un poco con respecto al año pasado, pero lo que no han cambiado ha sido la cuesta que hay a mitad de vuelta que está en ese segundo kilómetro. En plena cuesta está sacando fotos Naike Ereñozaga, una gran fotógrafa a quien no conozco en persona pero que debe ser una enamorada del duatlón y del triatlón. Cuando publicó el álbum del Duatlón de Eibar, le comenté por facebook que no me había pillado en ninguna y envío alguna foto. Esta vez, según paso por la cuesta oigo que me dice "Esta vez si te pillo" y me da ánimos.

Foto: Naike Ereñozaga. En plena cuesta
 
Empiezo a bajar la cuesta para enfilar la recta final de la primera vuelta (son dos vueltas el primer sector), y al final de la recta está Patri animándome y sacando fotos. Voy muy a gusto, aunque como hace sol, voy esquinado en la calle, buscando la sombra.

Foto: Patri
 
Durante la segunda vuelta del primer sector, empiezo a adelantar a algún corredor que parece que ha salido demasiado rápido.



Al llegar a la transición, tengo un pequeño fallo, y aunque en un principio voy hacia mi bici correctamente, e incluso llego casi hasta donde está, no la veo y me doy la vuelta pensando que me he equivocado de pasillo, para enseguida darme cuenta de que no, de que voy correctamente, así que me doy la vuelta y andando empiezo a hacer la transición.


Salgo con la bici con muchas ganas. Conozco la mitad del recorrido, la subida a Unbe, y se que la voy a hacer mucho mejor que el año pasado, que llegué con muy pocos kilómetros de entrenamiento en las piernas y sin casi entrenamientos de correr, ya que acababa de salir de una larga temporada sin casi entrenar.
Foto: Festak. Saliendo de Boxes
Nada más salir a la carretera de la Ría, meto plato grande y piñón pequeño y aprovechando el viento a favor que sopla, me pongo a rodar hasta el puente de Rontegi a más de 45 kms/h. Nada más girar a la izquierda para ir hacía la rotonda de Asua, se me pone uno a rueda. De momento no intento dejarle y es que además no me lo planteo porque dudo que en llano pueda irme. Sin embargo, cuando empezamos a subir Unbe, veo que se queda un poco. Yo me encuentro muy bien, con fuerza en las piernas y cojo un buen ritmo en toda la subida, que aunque no es ni muy larga ni muy pronunciada hace su selección. Sin bajar el ritmo, empiezo a coger a bastantes participantes, dejándolos atrás sin ningún esfuerzo extra.
Un poco antes de llegar al alto, giramos y empezamos a bajar por la misma carretera para en el desvío de Akarlanda, girar y tomar dirección a la Universidad.
Justo en esta desviación uno que iba delante de mi, hace un recto y sigue carretera abajo, haciendo que me tiemblen un poco las manos por la posibilidad de comérmelo. Aunque no hay mayores consecuencias.


Foto Festak. Giro en Akarlanda
Ahora llega un tramo con algún tobogán y además sopla el viento en contra. Me adelanta algún corredor solitario pero veo que van mucho más rápido que yo, por lo que no intento unirme. Sin embargo, cuando estoy llegando a la rotonda de la Universidad, me alcanzan un par de corredores que no van tan rápido, por lo que aprovecho y pegando un par de pedaladas más fuertes, me pongo a rueda.
Va tirando uno muy grande, por lo que casi corta el viento del todo. Giramos y volvemos por donde hemos venido hasta empezar la bajada hacia la Avanzada. Con el viento a favor, antes de empezar a bajar, tengo que ir casi frenando para seguir bien a rueda así que aprovecho para tomarme un pequeño respiro.
En la bajada, seguimos los tres juntos, poniéndonos a más de 65 sin mayores problemas.

Llegamos por fin a Astrabudua. Aquí es donde está el cambio en el recorrido ciclista. En lugar de bajar hasta la Ría, giramos a izquierda para meternos por unas calles y llegar hasta el comienzo de un Vía Crucis. Es una larga subida por un camino vecinal, aunque bien asfaltado, y con unas buenas rampas y repechos.

Nada más girar a la izquierda para empezar a subir, pego un acelerón y me voy muy fácil de los dos con los que iba. Y en la subida, de nuevo como en Unbe, voy cogiendo a varios corredores, y eso que como decía antes, hay unos buenos repechos.

Foto Naike Ereñozaga. Repechón en el Via Crucis
La bajada no es tan cómoda como la de Unbe, así que hay que ir con cuidado. De nuevo en Rontegi, meto todo y voy a tope hasta la transición.



En esta ocasión no me equivoco y voy directamente a mi sitio en Boxes. Hago la transición muy rápida y salgo disparado a por los últimos dos kilómetros y medio, siendo la misma vuelta que en el primer sector, pero en el sentido contrario por lo que, la cuesta de mitad de vuelta se hace por la parte más tendida. El ritmo evidentemente no es el del principio, pero voy cómodo sin sufrir mucho a más o menos 4:25.
Justo antes de llegar a la recta de meta, me adelanta el primer popular, que ha salido 10 minutos más tarde que yo.

Acabo en 1:14:18, con más de dos minutos de mejora con respecto al año pasado, teniendo en cuenta además, que el recorrido en bici de este año ha sido mucho más duro y exigente que el del año pasado, cuando no subimos el Via Crucis.

Tal y como pasó en Eibar, acabo muy contento y con unas muy buenas sensaciones, aunque a decir verdad, por la cara que tengo en esta foto, no lo parece ;)
Foto Festak En Meta.