Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Media Maratón de Vitoria-Gasteiz




Pues ya estamos otra vez "planificados". El lunes pasado comencé con el plan de entrenamientos para el Maratón de Barcelona.


Esta vez me he propuesto hacer, a parte de los 4 días típicos, hacer un 5º día en el que metería un poco de Técnica de carrera tras unos 5 ó 6 kilómetros de "descanso".
El día duro de la semana, debería haber sido el jueves, con un entrenamiento de 11 kilómetros, con 6 de ellos a 4.12, pero cuando llevaba 3 de esos 6, lo dejé, ya que las sensaciones no eran para nada buenas. No iba.

Y el domingo fui a Vitoria, a la 33º Edición de la Media Maratón de la ciudad. Ésta es la crónica:


Frio día pero no tanto como parecía. Igual que el año pasado, voy en el coche con Adon, junto con Gandalfin, Free, Pedrog y Pipi. Esta es su crónica:

Nada más llegar a Vitoria, vemos a Etxe y a Aimar, y en el vestuario coincidimos con más txokeros... Escabi, Xabi, Volcan...


En el calentmaiento vemos a Withaker y alguno más de Lasarte, tambien vemos a Jose Lamiako antes de empezar la carrera y a Kokolin. Un monton de txokeros.

En cuanto a la carrera, decir que mi intención (un poco exagerada) era bajar de 1:30. Un poco complicado a estas alturas tan tempranas de la preparación, pero como la Santurce me salió más o menos a esos ritmos, decido intentarlo. Además Pipi iba a ir al mismo objetivo.

En la salida, veo a la Liebre de 1:30 que está en primera fila, así que intento acercarme antes de empezar. Sin embargo no lo consigo.
Dan la salida y empieza el slalon. Voy muy rápido, intentando recortar distancia con la liebre, y en el trayecto, pierdo a Pipi, que se queda atrás.
A pesar de ir bastante rápido, el primer kilómetro lo hago en 4:19, y ya me doy cuenta de que si quiero cumplir el objetivo, voy a tener que sufrir un poco.
La carretera se hace más ancha y hay más sitio para correr, y poco a poco voy adelantando a gente. Km 2 en 4:14 y el 3 en 4:20.
Alguna zona de la carretera está un poco congelada, pero se puede correr bien. Las pulsaciones están casi siempre en torno a 170.
Poco a poco me voy encontrando mejor, marcando el km 4 en 4:15 el 5 en 4:10 y el 6 en 4:07.
Encuentro un grupito en el que se está bien, y sin hablar entre nosotros, empezamos a turnarnos a la hora de tirar.


Voy viendo que si soy capaz de aguantar el ritmo, acabaremos cogiendo a la liebre de 1:30, a la que lentamente nos vamos acercándo.


Hasta el km 10 vamos muy bien, agunantando bien el ritmo y haciendo algo de colchon; km 7 en 4:17, 8 en 4:11, el 9 en 4:06 y el 10 en 4:07. Los diez kilómetros los hago en 42:12, que está por debajo del límite para hacer sub 1:30, así que me crezco un poco, pero intentando mantener el ritmo.

Justo a mitad de carrera, en el km 10,55 lo pasamos en 44:22, así que contento, pero unos metros después, pasa lo que me impedirá bajar de 1:30


Es una zona relativamente estrecha donde además hay un avituallamiento. justo después de pasar por mitad de carrera, piso un botellin de agua cerrado, haciéndo que se me doble el tobillo izquierdo. En ese momento noto un pinchazo que me hace parar inmediatmente. Me aparto y me siento en un bordillo. Tengo el tobillo bien, sin hinchazón, pero al apoyar me duele un poquito. Estoy parado como un minuto o así, acordándome de todos los santos, pero como veo que no me duele demasiado, me vuelvo a poner a correr.


Y aunque doy por perdido el objetivo, estoy tan mosqueado que acelero hasta ponerme a 3:34 el kilómetro. Aun mosqueado, ese ritmo no lo puedo mantener mucho tiempo, así que bajo y aun después de haber estado parado, hago el km 11 en 4.27.
Pero la cabeza ya sabe que no lo voy a conseguir, y aunque aun hago algún kilómetro a 4:15 o así, otros los hago bastante más lento.


Al final acabo en un muy aceptable 1:31:54.
Y acabo contento además, porque el tobillo no me duele casi nada, aunque si noto algo.
Después de la carrera, el tercer tiempo, con unas cañitas y unas rabas.


Y ésta semana se complican los entrenamientos, ya que entre ayer, que bajamos a Santo Tomás, el jueves, que bajaremos a ver a Olentzero al Casco Viejo, Noche Buena, Navidad, Pin....

Haremos lo que podamos, pero siembre disfrutando.

Triatlon Indoor de Arrigorriaga


El sábado se celebró en Arrigorriaga, el primer Triatlón Indoor de la localidad.

A través de un conocido del Foro El Atleta, miembro del equipo Urbiko Triatloi Taldea, que además eran los que lo organizaban, conseguimos que a todos los que íbamos de Euskaldunon Txokoa, nos pusieran en la misma serie.

Las pruebas del triatlón eran: 1 kms en un Hergómetro (máquina de remo), 5 Kilómetros en una bici de Spinning y 10 vueltas al fronton, de aproximadamente 100 metros cada una de ellas.
Fuimos varios del foro, con lo que el ambientillo estaba asegurado. Además, Patricia estuvo allí para verme y grabar la prueba en vídeo.

Cuando llegé, ya estaban casi todos calentando. Después de un ratito de charla y de calentamiento, nos pusimos cada uno en nuestro sitio para empezar la prueba.


1 Km de Remo:
Nunca había probado una máquina de éstas. Justo antes de empezar la prueba me había sentado un minuto o así. Vamos, novato total.
Puse la resistencia a 7, por consejo del voluntario de Urbiko, y empezé a remar. Al principio bastante bien, haciéndo un ritmo de 1:45 los 500 metros. Sin embargo, poco a poco notaba como el trasero se me iba saliendo del asiento, hasta que al final, se me escurrió. Enseguida me volví a poner en mi sitio, pero el ritmo ya bajó bastante.
Aún así, salí del remo el 3º, igualado con Kokolin que fue el 2º y muy seguido del amigo Noruego de Freeflow.

5 Kms de Spinning:
La transición fue inmediata. En la bici, puse la resistencia en 3 para evitar que las piernas fuesen haciendo el molinillo, ya que si no después iba a tener bastantes problemas para correr.
Se me hizo más duro la bici, que ya sabía lo que era, que el remo.
Fueron 5 kilómetros apoyado en todo momento por mi voluntario, diciéndome la diferencia que llevaba con Kokolín y con Zelko, que estaban cerca mío.
Cuando aún me quedaba un kilómetro o así, Txetel el noruego, empezó a correr, seguido de cerca por Cazurrín.


1 Km de Carrera:
La primera vuelta de las diez que había que dar, tengo la impresión que la dí a toda leche. Luego, poco a poco fuí relajando el ritmo hasta poner una velocidad de crucero. Las pulsaciones, ni idea. Altas supongo, pero el fore se me había quedado hacía tiempo sin bateria.
Consigo alcanzar a Freeflow y adelantarle a falta de una vuelta y media, aunque a mí también me adelanta alguno.
Llegé a meta en 14:18.


Duespués un ratito de charla con los amiguetes, ducha y para casa.


Me ha gustado mucho la prueba, sobre todo por lo diferente que es con cualquier otra que haya hecho. Además, hacerla con amigos es otra cosa. Y eso que no había apuestas de por medio.

Quiero darles las gracias a todo el personal de URBIKO TRIATLOI TALDEA, por lo bien organizado que estaba todo, en una prueba gratuita, con un voluntario para cada participante de cada serie, camiseta de regalo, y animación con un speaker. Así da gusto.

Por cierto, os pongo el vídeo que grabó Patricia, y que edité yo mismo esa tarde.

Pagasarri

El miércoles, día de la Inma, conseguí por fin hacer el plan que llevaba mucho tiempo pensando. Subir al Pagasarri con Alba y con Patricia.
Fuimos en coche hasta el Bar Athletic y comenzamos a andar desde allí. Yo hacía más de 20 años que no subía, con lo que no recordaba exactamente la distancia desde el bar hasta la barrera. Pensaba que estaba más cerca. De todas formas es mejor dejar el coche un poco atrás, e ir calentando piernas.

Al principio, pensaba que no íbamos a conseguir subir hasta arriba, ya que en las primeras rampas, Alba y Patricia empezaron a quejarse de la pendiente. Y eso que aún no habíamos empezado a subir.

En todo el camino hasta la barrera, había un montón de coches aparcados, con lo que el camino estaba contínuamente con gente. Antes de empezar, con Ivan, un compañero de clase de Alba..

Como digo, las primeras rampas se hacen un poco duras, pero en cuanto las piernas cogen temperatura, van bien. En el cruce del camino de Artabe, dónde están también el desvío para subir por el camino viejo o el nuevo, nos paramos un ratito a decidir por cual subimos. Decidimos subir por el viejo, que aunque más corto, es un poco más duro. Sin embargo, también es más divertido, y por las lluvias y nieves de los últimos días, está bastante embarrado. O sea, divertido. En algúnos sitios, había que agarrarse para no resbalar, y en otros dar pequeños saltos para esquivar pequeños “riachuelos”.

Al final, la subida es bastante más entrenida y “ligera” de lo que habíamos pensado, llegando bastante frescos al cruce con el camino de Artabe, arriba. De aquí a la cima es todo pista de grava, por lo que caminando llegamos en poco tiempo hasta dónde se desvía el camino para ir hacia el Ganeta o al Ganekogorta.
Pasamos por el refugio y vamos directamente hasta el buzón de la cima, dónde nos hicímos alguna foto.
Como hacía un poco de viento, decidimos volver al refugio para comernos el bocata.




Contemplamos las vistas y de nuevo nos ponemos en camino para empezar a bajar.
La bajada la hacemos por el camino nuevo, todo grava y bastante aburrido, pero tal y como estaba el camino viejo de embarrado, era la mejor opción.

La bajada se hace dura para Alba, que empieza a quejarse cada vez más del cansancio.


Pasada la barrera, decidimos que me esperen en un banco para que yo pase a recogerlas con el coche. Aún así, ha sido una bonita subida, y como las anteriores veces que hemos ido al monte, Alba se ha portado fenomenal, disfrutando del paisaje y de el hecho de llegar a la cima

Corriendo por el monte




Esta semana pasada ha sido un poco rara en cuanto a entrenamientos, pruebas, ejercicio en general.
Empezé el lunes, día de la Consti, con la primera “excursión” en solitario al Malmasín. Es un monte pequeñito, que está cerca de casa, pero que al subirlo corriendo, se hace un buen entrenamiento. Apenas son 362 metros y es el monte que da nombre a los túneles de la A8 que pasan por debajo.
Para accder a él, fui corriendo hasta la Peña, y por la carretera de Arrigorriaga, en unos pocos metros, se llega al Parque de Ollargan. En seguida se empieza a subir, al principio por pista de asfalto, aunque al de poco hay pista de gravilla. Además, hay partes en las que están haciendo obras, lo que obliga a atravesar varias campas, que por la lluvia estaban bastante embarradas. Una vez que se llega a la falda del monte, se ve un gran trabajo por parte de, algún grupo de jubilados supongo, que se han dedicado a esculpir escaleras en el terreno. Aún así, hay zonas bastante empinadas que con el barro lo hacía más divertido.
Llego hasta el buzón y vuelta para abajo.
Muy contento con la experiencia, y a pesar de llegar a casa con bastante barro en las zapatillas, llego con una sonrisa en la boca. Me ha gustado, así que intentaré alguna vez más ir a correr por el monte. Quizás hasta me anime con alguna carrera.

Herri Krosa y más


Es la carrera que más veces he hecho. La Herri Krosa de Bilbao. Carrera popular donde las haya, que reúne a miles de personas para disfrutar de 10 kilómetros por las calles de Bilbao. Mucha de la gente que participa, sólo corre esta carrera al año. Hay quien la hace a tope, hay quien hace la mitad, o sólo una parte, disfrazados, etc. No hay ni clasificaciones, lo que acentúa su carácter popular.

Este año, tenía la idea de correr yo 9 kilómetros y el último hacerlo con Patricia y con Alba. La misma idea la tuvieron tambien unos amigos, Joseba and family, con lo que quedamos para ir juntos durante la carrera y al final, coger a las ninas el último kilómetro.


Sin embargo, el tiempo no acompañó. Hacía frio y llovía, y además Alba estaba un poco enferma, así que decidimos que hicieran sólo la última recta, unos 200 metros o así.

A Alba se le hizo corto. A ver si encuentro alguna carrera para que disfrute, con más distancia, aunque sin pasarse tampoco.

Yo ya estoy apuntado a la Santurce - Bilbao, que se celebrará éste próximo domingo. 17,35 kilómetros.

Y por fin, cambiando de tema, he vuelto a entrenar. Después del Maratón Nocturno, no había vuelto a ponerme unas zapatillas de correr más que para hacer la Behobia y para la Herri Krosa.

- El lunes, salí a trotar, suave, muy suave, durante media horita. 5 kilómetros. Luego unas rectas, un poco de técnica de carrera y para la ducha.
- Ayer, al mismo ritmo que el lunes, otra hora y cuarto. Al final, me he dado cuenta que ir tan lento tambien cansa, sobre todo psicológicamente. Saber que eres capaz de correr bastante más rápido y no hacerlo, ver que te pasa todo el mundo, y aguantar el ritmo es duro.

Pero todo sea por acumular kilómetros a ritmo bajo para que las pulsaciones vayan bajando. Durante esta semana y las dos siguientes, intentaré acumular kilómetros e intentaré también hacer algo de ejercicios de fuerza: cuestas, gomas...

Behobia 2010

D.E.P.

La crónica que vais a leer sobre la Behobia, está escrita antes de saber el fallecimiento de un corredor en la Behobia - San Sebastián de este año. César Elorduy. Una cosa así, siempre te deja un poco tocado, pero es que además, en esta ocasión, la persona fallecida era un poco más cercana. En 2008 estuvo participando en el foro El Atleta, del que soy asiudo, y llegó incluso a participar en una quedada a la que yo no pude asistir.

Cuando pasan estas cosas, simpre te replanteas un poco la vida, y te das cuenta que hay que disfrutar siempre, viviendo cada día como si fuese el último, ya que por suerte, nunca sabemos dónde puede estar nuestro final.

Ahora os cuento cómo fue mi carrera.

Bueno, pues otra Behobia más que cae, y ya van tres.
Hace dos años, cuando corrí la primera Behobia, hice un plan específico, la hice con muchas dudas de ser capaz de acabarla, ya que nunca había corrido más de 15 kilómetros. Esta vez ha sido totalmente diferente. He salido sin entrenar en tres semanas, sin cuidarme para nada en la alimentación y con ganas simplemente de disfrutarla. Y lo he hecho.

El día comienza a las 6:45 de la mañana, y de momento no llueve. Sin embargo, nada más salir de casa comienza a chispear. A las 8 cogemos el bus de Forum Sport que nos llevará hasta Behobia. Coincido con Kikonido y vamos charlando todo el camino.

Justo antes de bajarnos del autobús, me llama Gloria para ver por dónde estaba. Después de un buen rato buscándonos, por fin nos vemos. Saludo a su novio, Manu, que está muy concentrado en la carrera. Hacemos un poco de tiempo para ver si llegan el resto de los amigos de Gloria, y al ver que no llegan, se empieza a poner un poco nerviosa. Yo le digo que a mi no me importa en absoluto ir con ella en la carrera. Al final encontramos a Jessy, a quien por fín conozco, a Maria José y a sus respectivas parejas.
A todo esto, vamos hacia la antigua aduana donde había quedado con los txokeros y no veo a nadie, aunque he de decir que fui bastante tarde.
Se acerca la hora y me voy hacia mi cajón de salida, donde veo a Taunbi y a Kikonido. Y justo delante mio veo a Alfredo Olabegoia, antiguo profesor de gimnasia del colegio y árbitro de waterpolo y triatleta y maratoniano...

Dan la salida y como siempre los primeros kms son un poco estresantes, con mucha gente a la que esquivar y mucha gente que te esquiva. Como voy a tomarme la carrera en plan de disfrute, tampoco me agobio. Sin embargo veo que las pulsaciones están altísimas, seguramente por las tres semanas de parón tras el Maratón Nocturno.

Los 4 primeros kms, los hago aún así en unos buenos 4:40 aproximadamente, pero como digo , con una media de pulsaciones de 175.

A pesar del mal tiempo, la carretera está llena de gente animando. Yo creo que ésa es la razón por la que la Behobia es la Behobia: por el público.
Los dos siguientes kms, el 5 y el 6, los hago un poco más rápido, en 4:32 y 4:24, como cogiendo carrerilla para empezar a subir Gaintxurisketa. Como los dos años anteriores, me veo bien en la subida, y paso a mucha más gente de la que me pasa a mí. Aunque este año me ha costado un poco más que el pasado.

El kilómetro 7 lo hago en 4:42 y el 8, que incluye mucha parte de la subida en 5:03. Las pulsaciones se me disparan a 180, y sin embargo me encuentro bien, tanto de patas como de caja, ya que no voy con sobreesfuerzo en ningún momento.


Tras coronar, intento ir mantener el ritmo y recuperar pulsaciones, con lo que los kms siguientes no son para nada exagerados, y teniéndo en cuenta los constantes toboganes que hay hasta Lezo, controlo bastante bien. Paso los 10 kms en 46:25, sólo un minuto y poco más que el año pasado.

Por la zona del puerto, que sin duda es para mi, la peor de toda la carrera, paso a Adon, y me pasa Kikonido, al que había dejado en la salida.
Procuro evitar todas las zonas de avituallamiento, ya que los vasos resbalan un montón y con el día que hacía yo no necesitaba hidratarme.

Pasamos Trintxerpe, y empezamos a subir Miracruz. Veo a Etxe que va unos 50 metros delante mío. Consigo alcanzarle un poco antes de llegar arriba, pero voy bastante corto de caja, marcando mis máximas pulsaciones arriba del todo, 186. Ese km me sale en 5:01.

En la bajada Etxe se va y yo intento recuperar de nuevo. Km 18 en 4:21. Sin embargo lo paso peor en el penúltimo kilómetro que aunque es de bajada no es tán pronunciado como el anterior, recupero más de patas y hago 4:39 para llegar a la recta final con un público que literalmente se echaba encima. Aquí lo doy todo y aunque al final, justo antes de llegar a meta, reduzco para encontrar la cámara de Corriendovoy que está retransmitiendo la llegada en directo, y saludar a mi mujer y a mi hija, que están en casa viendo la llegada por internet.

Al final hago 1:31:36, tiempo muy muy bueno, sólo 2 minutos peor que el año pasado pero con la diferencia de que este año no estaba al 100% y el año pasado sí.


Recojo la bolsa con la fruta y me voy al autobús a por la mochila para irme a duchar al polideportivo.
No ha dejado de llover durante toda la carrera y eso hace que una vez que paras, te quedes helado.
Después de la ducha vuelvo a la zona de Guardarropía para ver si consigo encontrar a Gloria y compañía. Tengo suerte y según llego, veo a Gloria y a Jessy que están en la cola para recoger su bolsa. Les ha encantado la carrera aunque están tiritando de frio. Además no ven a nadie más de su grupo.

Al cabo de un rato encontramos a Manu, el novio de Gloria, que nos dice que ha hecho 1:12.
Después de un ratito de charla, les dejo camino al Ayuntamiento, porque yo tenía que volver a coger el bus.

Y esto ha sido la Behobia de este año. Una carrera que está muy masificada pero que aún así, es muy bonita. La pena es que de tres años que la he hecho, dos ha sido con mal tiempo. Aunque ayer realmente, el mal tiempo lo hacía para los que no corrían, ya que para mí, hizo un día estupendo, con temperatura fresca y con fina lluvia.


La noche me confunde


A pesar de las advertencias, a pesar de mis intenciones, a pesar de todo, está claro que la noche me confunde.
El sábado corrí mi quinto maratón, el Maratón Nocturno de Bilbao. Mi idea era intentar hacer 3 horas 20 minutos, lo que equivale a ir a un ritmo medio de 4 minutos 45 segundos por kilómetro. Pero me ví bien y fuí un poco más rápido. Pecado mortal en maratón.
De todas formas no creo que fuera la única causa de mi petada. Correr de noche (la salida era a las 9 de la noche) hace que no estés descansado como cuando corres de día. Quieras o no, durante el día estás activo, así que eso luego se paga.

Antes de copiar la crónica que ya he puesto en el Foro el Atleta, quiero dar las gracias (aunque a ella ya se lo he dicho) a Patri y a Alba. Os quiero y gracias por estar ahí.

Ésta es la crónica:Toca otra vez, contar la petada en un Maratón.
Después de la kdd dónde nos sacamos las fotos de rigor, dónde conocemos a los que no conocíamos y nos preparamos, dejamos las bolsas y nos vamos hacia la salida.
Tardan mucho en dar la salida, casi unos 15 minutos.
Cuando dan la salida, los pelos se me ponen de punta, porque entre la tensión, los fuegos artificiales y la propia carrera, la emoción se dispara.

Nada más salir, le deseo suerte a Free y me voy para adelante. Mucha gente y poco sitio para correr, por lo que me lo tomo con calma y procuro no tropezarme con nadie. La Gran Vía espectacular, un montón de gente animando. Aquí ya voy con Kokolin, al que le veo muy bien y en un par de ocasiones le digo que si quiere que se vaya, que el corre más que yo. De momento se queda conmigo.
El Kilómetro 5 lo pasamos en 24:17.
Es muy emocionante ver, en toda la bajada desde el Sagrado Corazón, a la gente echada encima de los corredores, animando.
Veo por segunda vez a mi mujer y a mi hija.
Hacia el km 8, se me cae la cinta del pulsómetro y la llevo en la mano hasta dejársela a mi mujer. A partir del km 7 aumentamos el ritmo, y nos ponemos a rodar por debajo de 4:40. De momento vamos geniales, bien de caja y bien de patas.
Paso del km 10 en 47:39


Seguimos dirección a Elorrieta, y Kokolin se va. Lo tengo a la vista pero prefiero no arriesgar y mantener el ritmo, que de todas formas es más rápido que lo planeado al principio, rodando por debajo de 4:38
En El Arenal está Gudurix, que empieza a correr a mi lado.
La media maratón la paso en 1:40 aproximadamente. De momento voy bien, y pienso que con la ayuda de Gudurix, voy a poder hacer un buen tiempo.
Sin embargo, en el kilómetro 27 le digo que bajemos el ritmo porque empiezo a notar los gemelos bastante tocados.

Y a partir de aquí la debacle. Tengo que parar en varias ocasiones para ir andando y rebajar la tensión en las piernas. Gudurix me anima y me aconseja trotar apoyando primero los talones, para no cargar las patas, pero es imposible. A partir de aquí ando más que corro.

Y cuando voy andando, cometo otro error (el primero ha sido ir más rápido de lo previsto). Bebo demasiada agua. Y poco a poco voy notando la tripa muy revuelta. Como algún plátano, alguna naranja, y bebo.
Todo esto revienta en el km 35. Tengo la tripa muy revuelta y no me queda más remedio que potar. Evidentemente sólo sale líquido.
Sin embargo me repongo un poco al notar la tripa mejor y vuelvo a trotar otro rato, hasta que de repente, me da un gran tirón en la parte posterior de la pierna, debajo del glúteo. Tengo que parar, intento estirar y no consigo relajar. Me tumba Gudurix en el suelo e intenta soltarme, pero nota que tengo el músculo como una auténtica piedra.
Cuando estoy tumbado, aparece Dani que iba en dirección Elorrieta y se ofrece a ir a por el coche para llevarme a casa. Le digo que no, que siga el corriendo que yo llegaré, aunque sea andando.
Parece que se me pasa. Sigo trotando y ahora me viene a la cabeza mi mujer y mi hija, que llevan todo el maratón animando, y eso que ya son más de las 12 de la noche.
El caso es que después del tirón, vuelvo a trotar a ratos y cuando llego a la altura de mi mujer, me paro, les doy un beso y vuelvo a ponerme en marcha.
Vuelvo a cometer el error de beber demasiado, con lo que ya en el último km tengo que volver a parar para potar. He de decir que las dos veces que he parado, se me ha acercado alguien de la organización para preguntarme si estaba bien y si necesitaba una ambulancia.
El caso es que ya estamos en el Guggenheim, Gudurix se despide y yo le agradezco de todo corazón toda la ayuda que me ha prestado. Cuando doy la curva veo a mi mujer y a mi hija, y le digo a la peque que venga conmigo. Entro en meta de la mano de Alba en 4:00, pero muy contento por haber acabado después de todos los problemas que he tenido.
Y tengo que decir que Alba, con sólo 5 años (bueno, casi 6) se ha portado como una campeona, aguantando para animarme hasta la una de la mañana.

Barcelona me espera.