Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Bizkaia Triathlon 2019 - Distancia Half

Pues ya pasó.

Un montón de entrenamientos, algunos buenos, otros malos, días con buenas sensaciones, días que no vas ni para abajo, pero todos sumando.

Los nervios aparecieron el jueves a la tarde cuando empecé a preparar las cosas. Lo tenía que dejar casi todo listo para el viernes, en cuanto saliera del trabajo, ir a Gernika y a Bermeo para dejar los aparejos en boxes. De hecho, esa noche me costó más dormir que el viernes.

El mismo viernes, llegué a Gernika un poco antes de abrieran la entrega de dorsales, y no fui el primero. Es mi primera vez en esta distancia, y en este tipo de triatlones con dos transiciones en diferentes lugares. Es un poco estresante, pero como todo, una vez que ves cómo funciona, es más fácil de lo que parece.
 
Después de dejar todo en su sitio, de nuevo al coche y para Bermeo a dejar la Bici y sus cosas, y de paso ver un poco el recorrido de la carretera de Bermeo a Gernika, que no conocía. Mucho tobogán.
Y a todo correr, vuelta a Bilbao para prepararme para una celebración familiar, con cena incluida, en la que me cuidé mucho. Sólo una copita de vino y una cerveza antes de cenar. El resto, a agua. 
 
Ya el sábado, como apoyo logístico y moral, me acompañaron mis padres, ya que Patri se quedó con Alba que a la tarde tenía en Durango el campeonato de Bizkaia sub16 y no era plan de que anduviera desde las 6 de la mañana despierta y dando vueltas por Bermeo y Gernika hasta la hora de su carrera.
Así que a costa de un buen madrugón, llegamos a Gernika con tiempo para encontrar sitio para aparcar en el parking de al lado de los boxes de la T2. Ya se veía mucho triatleta por allí. Después de comprobar que la bolsa de correr estaba en su sitio y con lo que tenía que tener (zapas, calcetos, geles....), nos fuimos al apeadero a coger el tren para ir a Bermeo.

Como llegamos con tiempo de sobra, nos tomamos un café en una de las terrazas del puerto.
Luego, un paseito hasta los boxes de la T1 para de nuevo, comprobar que todo estuviera correctamente colocado...la bici, la bolsa con las zapas de la bici, etc.

Aún quedaba mucho tiempo, por lo que nos fuimos a ver un poco el puerto desde el malecón, para comprobar el circuito de natación y ver que tal podrían verme mis padres nadar. El puerto tenía buena pinta, con el agua bastante limpia y sin oleaje. Fuera del malecón, había algo más de ondulaciones en el agua, pero nada serio.
 
Y como ya se acercaba el momento, volvimos a la zona de boxes para empezar a vestirme. Ahora ya los nervios sí que empezaban asomar. Tras cambiarme y ponerme el mono y el neopreno, dejo la mochila en el guardarropa y nos acercamos ya a la zona de salida. Antes me como un plátano. Me han aconsejado que coma bastante. Por eso llevo 4 barritas y 4 geles en la bici, más otros dos geles para correr.

Cuando ya sólo quedan 10 minutos, me meto por fin al agua y caliento un poco, más que nada para quitar nervios. Charlo con algún conocido y con algún que otro novato en la distancia como yo. Nos damos ánimos mutuamente y nos acercamos a las boyas que marcan la línea de salida. Los jueces tardan un poco, pero por fin, suena la bocina y empezamos a nadar. Aunque los primeros 300-400 metros es un nadar de aquella manera. No hay más que espuma y brazos alrededor y cuesta hacerse hueco. No me estreso, y me tomo todo con mucha calma. 


 
La cosa se tranquiliza un poco cuando por fin salimos del puerto y enfilamos hacia la boya de la derecha de la bocana. Ahí, mucha gente continuó de frente en lugar de girar directamente a la derecha al salir del malecón. Eso hizo que por fin pudiera coger un buen ritmo aunque aquí, se notaba que el mar estaba más movido de lo que aparentaba desde fuera.

Voy muy a gusto a un ritmo cómodo y sin forzar, y aún así veo que voy pasando a gente. Giro la última boya y ya enfilo la vuelta hasta la rampa de salida. Este tramo se me hace más largo de lo esperado.

Por fin llego a la rampa y paro el reloj. 33' para los algo más de 2100 que me marca el Garmin. Bien.
En la transición me lo tomo con calma. Me quito el neopreno tranquilo y extiendo todo lo de la bici en el suelo para tenerlo todo a la vista. 

Tardo algo más de 3 minutos en salir ya con la bici. A partir de aquí, quedan 86 kilómetros que me tomo, al igual que en la natación, con calma.

Buena parte del recorrido ya lo conocía. El lunes siguiente a las jornadas pirenaicas me acerque por allí a hacer una pasada. Eso me ha venido muy bien para saber lo que había por delante en cada momento. Sólo me faltaba por conocer el tramo desde Bermeo a Gernika y el último tramo del recorrido, hasta Gernika, y de estos dos, el primero lo vi el viernes con el coche.

Antes de que se me olvide, tengo que dar muchísimas gracias a la Organización y a los voluntarios. En el sector ciclista, había un voluntario al menos en cada cruce, en cada salida de calle importante, en cada giro.....no se cuantos habría, pero muchos, muchos. En los avituallamientos también había mucha gente. Increíble.

Con respecto a la bici propiamente dicha, al igual que en la natación me lo tomé con muchísima calma, sin forzar en ningún tramo y procurando guardar fuerza en las piernas para luego poder correr en condiciones. Así que durante buena parte del del recorrido, no dejaron de pasarme participantes. 

Empezaba a hacer calor, pero la verdad es que en la bici no lo noté demasiado. Además, durante buena parte del recorrido, había bastante sombra, así que era muy llevadero. Hablando del recorrido...sencillamente ESPECTACULAR. De hecho, era lo que más oí comentar entre los participantes que no eran de por aquí. Mucho monte, predominio del color verde, zonas en las que se mezcla el verde bosque con el azul mar....otro punto para la organización.



Los kilómetros fueron pasando sin problemas, y disfrutando cada uno de ellos. Fui comiendo lo previsto y bebiendo agua en cada avituallamiento y me bebí casi litro y medio de isotónico.

Al final, llegué a la T2 en 3:08. 


Como en la anterior transición, me lo tomo con calma. Nada más salir, veo la única pega de todo el triatlón: unas escaleras. Hay que subir a un puente peatonal para cruzar las vías, y hay que hacerlo 3 veces, una por cada vuelta. La primera vez, nada más salir de la T2, subo los escalones de dos en dos, y tras bajar por el otro lado, empiezo a correr. De momento, las piernas protestan lo normal tras haber dejado la bici, pero lo que empieza a molestar y eso ya me preocupa más, es la tripa.

Me suele pasar cuando hace mucho calor, y lo hacía, que la bebida que tomo durante la carrera, me sienta muy mal, se me cierra el estómago y me entran ganas de vomitar. Y cuando empieza así, ya no hay forma de darle la vuelta. Así que cuando en el kilómetro 3 ó 4, tuve que parar y empezar a andar para intentar que no fuera a más las molestias, ya vi que se me iba a hacer largo.

























 En los avituallamientos, muchos voluntarios, animando a tope, ofreciendo agua, isotónico, coca colas....y yo en cada avituallamiento intento beber pero cada vez que bebo me sienta mal y vuelven las ganas de vomitar. Así que a ratos andando y ratos al trote, voy haciendo kilómetros. Así hasta que en uno de los avituallamientos me da por tomar un vaso de coca cola. Y la verdad es que me sentó de maravilla. Al poco de tomarlo, puede correr más que andar, y en la siguiente vuelta, volví a tomar otro vaso y así pude aguantar bien hasta el final. 2:15 para los 21 kilómetros.

En meta, 6 horas 5 minutos, y aunque el tiempo no es bueno, es lo que menos me importa. Primer Half terminado y con una sonrisa en la cara. 

Tras recoger todo el material y darme la ducha reglamentaria, nos fuimos camino a Durango a ver correr a Alba.

Y ahora a descansar unos días, y a empezar de nuevo. Esta vez para preparar el Tri Olímpico de Bilbao el próximo 5 de octubre















Penúltima semana (10/06 a 16/06) y Triatlón Sprint de Lekeitio

Se nota que se acerca el asunto. Los nervios van saliendo a flote y no hago más que pensar en si me saldrá bien, si petaré, si acabaré con ganas de volver a hacer esa distancia. También surgen las dudas sobre la logística, ya que las transiciones son cada una en sitio distinto, las distancias son mucho mayores, por lo que el equipamiento necesario también es mayor, etc.

Aunque en tiempo de entrenamiento no ha sido de las mejores semanas, estoy contento por el número de sesiones y por la variedad de ellas.
El lunes 10, natación continua. Un poco más largo que lo habitual para las horas mañaneras. 2100 metros de nado continuo.

Una sesión un poco más dura el martes 11, con 1700 metros, haciendo 10 x 100 sin palas, todos por debajo de 1:30 y descansando hasta los dos minutos. Acabé cansado pero no extenuado. Buena señal.
A la tarde, spinning con sesión ligera, ya que no era cuestión cargar demasiado las patas teniendo competición el sábado.

Por tercer día consecutivo, el miércoles 12 empecé el día en el agua. 1800 metros, cambiando las series de 100 por series de 50. 20x50 en 42" descansando hasta el minuto y luego 75 metros fuertes con las palas. Y a la tarde, probé un recorrido que conocía pero que no había hecho nunca corriendo. Llegué hasta Arrigorriaga por San Miguel pero en lugar de volver por el río, subí hasta Mendikosolo para bajar hasta La Peña. Unos 13 km con desnivel, pero que salieron a ritmo de 4:30 aproximadamente. Muy contento.

De nuevo el jueves 13, doble sesión continua. Primero spinning, con sesión aún más suave que el martes, y luego la vuelta típica corriendo cuando lo hago después de Spinning. 5.63 kilómetros por debajo de 4:25.





Y nada más hasta el sábado 15, cuando hice el Triatlón Sprint de Lekeitio (750mts natación + 21km bici +5km corriendo)

Segunda participación en esta prueba, por lo que ya puedo hacer comparaciones del estado de forma con respecto al año pasado. Algo que es fácil, porque el año pasado entrené mucho menos que este año.

Fuimos pronto toda la familia y en el puerto, después de coger el dorsal, comimos tranquilamente al sol, que aunque daba de pleno no calentaba mucho. Un muy buen día para triatlón, sin casi viento, mal calmada, no mucho calor...

Tras un breve calentamiento corriendo por el muelle, me pongo el neopreno y voy a la playa para calentar un poco nadando. Allí charlo un poco con Sergio Mijancos, quien me insiste (ya me lo había comentado otro día), en que el año que viene me apunte su equipo, el BilbaoTri. No lo descarto, pero lo pensaré con calma cuando llegue el momento. Charlo otro rato con Alberto, que fue entrenador en el Sendoa de Alba.

Primero salen las chicas, y los 15 minutos que hay desde su salida hasta la nuestra se me hacen eternos. Como siempre, aunque la natación es donde (comparativamente con el resto) soy mejor no me gusta ponerme delante, puesto que no voy ni a ir a tope, ni intento buscar un puesto concreto al final. Mi objetivo no es otro que mejorar y sobre todo disfrutar. 

Foto de Naike Ereñozaga
Así que cuando dan la salida, dejo un poco que se vayan los primeros y me lanzo a nadar. Los primeros metros son agobiantes, pero se buscarme sitio por los años de waterpolo. Sin avasallar, por supuesto, pero sin dejarme tampoco. En el giro de la primera boya, me dan una buena patada en la mandíbula, pero sin consecuencias. Voy adelantando pero como digo, no voy fuerte. He cogido un ritmo cómodo para no quemarme demasiado de cara a lo que queda. Aún así, salgo del agua el 125.

En la transición, pierdo mucho tiempo, más de dos minutos. No se porqué, me cuesta un montón ponerme las zapatillas. Además, cuando consigo estar ya listo y ya con la bici bajada, me doy cuenta de que no me había puesto el dorsal, por lo que otra vez a dejar la bici, ponerme el dorsal y salir.

Aunque he entrando más bici que el año pasado, aún no tengo el punto pillado y antes de llegar al inicio de la subida a Milloi, veo pasar grupos a los que no puedo unirme. En la subida algo adelanto y bajando también. La verdad es que voy muy cómodo y disfrutando mucho. La bajada hacia Lekeitio la hago muy rápido, y aquí sí consigo meterme en un grupo con el que llego hasta la transición.

Esta vez la hago rápido, y rápido también empiezo a correr. Los primeros metros siempre son un poco especiales puesto que las piernas parece que no van, pero empiezo a coger un buen ritmo ya pasar a gente. De hecho, paso todo el sector pasando a gente, y  haciendo kilómetros a ritmos incluso por debajo de 4' aunque son en bajada.

Los últimos metros los hago con un chico (joven) del Urbiko, y como veo que se me va, decido no esprintar y llegar a meta sonriendo. 1:17:52, Cinco minutos menos que el año pasado, sobre todo gracias a la bici, ya que en la natación hago algo más que el año pasado:



NATACIÓN  12:46 (2018) - 13:02 (2019)
BICI            44:05 (2018) - 41:48 (2019)
CORRER      22:37 (2018) - 20:03 (2019)

En meta, charlo un rato con un par de amigos mientras recuperamos un poco y nos comentamos próximos objetivos, carreras, etc.


Así que muy contento con el resultado y sobre todo con las sensaciones. Ya veremos la semana que viene.




Resumen Mensual (y sólo quedan 3), 03/06 a 09/06

Pues sí. Llegados a este punto, podemos dar por iniciada la cuenta atrás definitiva. Tres semanitas, y aunque me dicen que estoy entrenando bien, las dudas cada vez son más grandes. Pero como el objetivo no es otro que terminar dignamente, lo tomaré tranquilo en la medida de lo posible.

En cuanto a entrenamientos, no ha sido la mejor. Y viendo las últimas semanas, está claro que llevo bastantes sin hacer semanas completas. Poco de todo, pero algo de todo. Tendrá que valer.

El lunes 3, Trote progresivo de 12 kilómetros a 4:32 de media, pero la mayoría de los kilómetros fueron alrededor de 4:25. ¿sensaciones? buenas, la verdad.

Martes 4, dos sesiones. La primera, de natación. 1900 metros en Txurdinaga, con unos primeros 500 de calentamiento, para hacer luego dos repeticiones de 500 con las palas, haciendo el segundo más rápido que el primero, y acabando con 400 suaves. A la tarde, sesión de spinning, donde Iratxe nos metió una clase dura, con mucho tiempo con carga alta, haciendo sufrir bastante los cuádriceps.

Otras dos sesiones el Miércoles 5. Corta sesión de natación, 1000 metros, aunque lo bueno es que fue justo antes de salir a correr. Lo malo, es que a esas horas de la tarde, la piscina está llena de gente. Aún así, entre esquivar por aquí y por allá, saqué un ritmo aceptable. Y otra cosa buena, es que al nadar justo antes de correr, ya sales con el calentamiento hecho, y las pulsaciones suben mucho más fácil. Por eso, la media de los 11,4 salió a 4:22.

Una sesión de Spinning es todo lo que hice el jueves 6. Normalita además.

Click para ver la información de la Subida en ALTIMETRIAS.COM
El finde, me llevé la bici a Noja. Así que el sábado 8, madrugué y para las 7:50 ya estaba andando en bici. Tenía muchas ganas de subir a Peña Cabarga. Una subida cerca de Santander, que ha sido varias veces final de etapas de la Vuelta a España. Son apenas 6 kilómetros, no llega, pero con una gran dureza, teniendo varios puntos del 18-19%. El caso es que me veo mucho mejor en las subidas que el año pasado, y le he perdido un poco el miedo a este tipo de subidas. Ya, según Strava, en la subida de Ajo, nada más empezar el entrenamiento, he hecho bastante mejor tiempo que las otras veces que había subido.

Tras unos 35 kilómetros de más o menos llaneo, empieza la subida, con casi unos 3 kilómetros de subida más o menos constante. Dura, pero llevadero. A mitad de subida, hay un pequeño descanso, incluso con alguna pequeña bajada, dejando para el final lo más duro, con una sucesión de curvas de herradura de quitar el hipo, pero sobre todo, en el kilómetro 5, una recta con una pendiente del 18%, que me dieron ganas de bajarme de la bici. Pasada esta recta, todavía quedan unas buenas rampas.
Eso sí, las vistas desde arriba son impresionantes, tanto a la zona de la bahía de Santander, como a la zona del interior. Tuve suerte y las nubes eran bastante altas, por lo que no impedían nada la visión.

La bajada, rapidísima, sobre todo tras dejar atrás las curvas de herradura, puesto que hay mucha visibilidad por las rectas que tiene.

La vuelta, por Beranga, donde cogí la subida que lleva a Escalante y luego el Portillo que lleva a Castillo. Total, 82 kilómetros de disfrute.

 



Resumen Semanal (27/05 a 02/06)

Nada. Que por más que lo he pensado no se me ha ocurrido ningún título para la entrada de esta semana, así que...Resumen Semanal.

Semana que por cierto, considero provechosa. No ha sido TOP, pero ha estado bien. Total 8 sesiones de entrenamiento, aunque en total no han llegado a las 7 horas.

CLICK PARA VER SEGMENTO
El Lunes 27, empieza la semana con 14 kilómetros de carrera a buen ritmo. No fue un Fartlek premeditado de antemano, pero según iba corriendo, apretaba o aflojaba un poco el ritmo. En el Polígono de Santa Ana, recuperé un KOM que me habían quitado el otro día, en el segmento del Tanatorio. No es nada caro ese segmento, al menos de momento.


Hacía tiempo que no hacía 3 sesiones en un sólo día. El martes 28 tocó. A primera hora, natación, 1750 metros, haciendo como siempre los primeros 500 de calentamiento. Luego hice 1000 con las palas a ritmo cómodo, intentando concentrarme en estirar bien el brazo al hacer la batida.
A la tarde, sorpresa. Volvió la monitora habitual de Spinning. Y parece que por fin se va a quedar ya definitivamente. No costó hacerse a su forma de dar las clases. Para acabar el día, y más que nada para hacer el ejercicio de correr tras hacer el de pedalear, salí a correr. Una vueltilla corta, de casi 6 kilómetros, a ritmo bastante vivo, 4:21.

El calor llegó el miércoles 29. Y como habitualmente, lo sufrí. Quería hacer una tirada de 17-18 kilómetros, por lo que cogí el recorrido de Arrigorriaga por Basauri, para volver por Sidenor. En San Miguel, me encontré con Joseba, que venía de andar en bici por el Paga. En este entrenamiento, los gemelos estuvieron protestando desde el principio. Imagino que será que están cargados, o igual falta de sales, potasio...no se. El caso es que según iba corriendo se iban cargando más, por eso al final, cuando llegué a los 15 kilómetros (a 4:33) decidí parar. Bastante miedo a romperme. Así que los dos kilómetros y pico que faltaban para llegar a casa, los hice andando, o a ratos, trotando muy suave.

Así que con los gemelos en ese estado, decidí que la sesión de spinning del jueves 30, la iba a hacer muy suave, y en lugar de nadar por la mañana, fui a soltar 500 metros al acabar el spinning. A veces es mejor guardar fuerzas. 

http://www.altimetrias.net/aspbk/verPuerto.asp?id=80
Click aquí para acceder a Altimetrias.com y ver la info de la subida
Por fin, la bici salió de casa. El viernes 31, para no forzar demasiado y porque el Triatlón de Bizkaia no tiene grandes subidas, decidí hacer algo más llano que las típicas subidas al Vivero de los viernes. Llegué hasta Lezama por Larrabetzu, y allí, pensando que sería más llano, me metí por una carreterilla que va directa a Fika. Una subida. Urruztimendi, que no me esperaba. Más larga que lo que me había parecido y sobre todo, una bajada por una carretera estrecha en mal estado, con varias curvas de herradura y con hierba alta en los bordes, que impedía ver con claridad la presencia de algún coche. Es cierto que ni subiendo ni bajando me crucé con nadie, pero el no conocer me hizo bajar un poco tenso. De hecho, al iniciar la bajada, tuve que parar para mirar Google Maps y asegurarme que esa carretera era la que quería coger, porque como ya he comentado, el asfalta estaba en muy malas condiciones.

Aún así, con la subida y la bajada en modo "Safe on", fueron 49 kilómetros a casi 27 de media. Contento.

Y hasta aquí los entrenamientos semanales. El fin de semana, ha sido de relax en Noja.

Con esta semana finalizada, entramos en la definitiva cuenta atrás. 3 semanas, nada más.