Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Apuko Igoera 2016

Con todo lo que me gusta esta carrera y la de tiempo que hacía que no iba. 3 años sin pasar por allí.
No ha cambiado mucho desde 2012, y que no lo haga. Es de esas carreras que están bien desde el principio, con una gran organización y con un pueblo volcado en el evento.

Así da gusto.

Y si encima se va medianamente preparado, es la leche.

Con varios entrenamientos por el Malmasín, alguno que otro por el Pagasarri, y con más en asfalto, me presenté el domingo en Zaramillo con ganas.
Nada más llegar, recogí el dorsal y me fui con Roberto (del Txoko)  y Gorka (de Korrikazaleak) a tomar un cafecito. Había tiempo.

Nos cambiamos cómodamente, y tras un breve calentamiento, nos ponemos en la línea de salida.
Los primeros kilómetros son todos de subida, sin casi descanso. Y al revés que otros años, hago todo corriendo, sin dar un paso andando.

En un momento, me alcanza Txus, (un amigo del Camping), pero al poco tiempo se pone a andar.
Poco a poco, llegamos al segundo avituallamiento, y cojo un vaso de agua y un trozo de naranja. Mala idea.
No se porqué, pero cuando bebo en carrera, se me cierra el estómago y me dan casi ganas de vomitar. Así que desde aquí hasta el final, no vuelvo a probar nada de los avituallamientos. Algo tendré que hacer puesto que al final, noté la falta de hidratación y de alimento.

El caso es que me encuentro muy bien. Subimos y bajamos por el cortafuegos del Eretza y aunque hay algo de barro, se corre bien.

Hablando de barro, en general, había menos del que yo pensaba. Había estado haciendo pruebas los últimos días con las Salomon Speedcross 2 y con las Mizuno Kazan 2, y al final, pensando que iba a haber un buen barrizal, me decanté por las Salomon. Y como no había el barrizal esperado, los últimos kilómetros iba con una buena ampolla en el pie derecho. Tenía que haber ido con las Sportiva Bushido.

Tras el Eretza y hasta llegar al Apuko, es un terreno en el que se puede correr mucho. Y eso hice, disfrutando mucho además.
La cima del Apuko estaba poblada de gente animando. Se notaba que hacía buen día. Otros años, allí no había quien parara.
La bajada desde la cima hasta la vaguada, es criminal. Aunque quizá la culpa sea mía por tener demasiado respeto. Son unos 300 metros con un desnivel...no se calcularlo, pero exagerado. Además, ya se iban notando los kms y la falta de hidratación.
Desde aquí hasta meta, es todo bajada. Los cuadriceps andaban un poco tocados, así que no quedó otra que ir suave.

No faltó a la cita, el paso por la granja. Me encanta este tramo. Metiendo el pie hasta el tobillo en todo el ¿barro?
Llego a meta en 2:16, diez minutos menos que en mis dos anteriores participaciones. Contentísimo no sólo ya por el tiempo, ya que en realidad iba sin ninguna expectativa concreta, si no por las sensaciones durante toda la carrera. Hacía mucho que no disfrutaba tanto en una.

Ya en meta, y con un plato de macarrones en la mano y antes de comer un poco de costilla asada, saludos a conocidos y tal.

Para la próxima carrera, aún estoy en dudas. Quizá sea Mugagabe (Llodio, 29 kms).Un poco larga y con bastante desnivel para los entrenamientos que estoy haciendo aún.
Lo que si me está llamando mucho es hacer la Bizkaia Kopa Trail.

DATOS DE LA CARRERA

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