Empieza el año mejor de lo que acabó el anterior. No es difícil.
Ha sido un final de año desolador en lo deportivo. Imposible encadenar días de entrenamiento, habiendo semanas sin nada de deporte. No hay excusas. Bueno, las hay, pero da igual. Ha sido así y por mucho que me excuse no lo voy a cambiar. Así que toca cambiar el chip, sacar tiempo de donde no hay, y sobre todo, marcar un objetivo. Creo que sin un objetivo concreto a la vista, es más difícil obligarse a entrenar en esos días duros, con cansancio, o con mal tiempo.
De momento, no lo tengo nada claro. Hay alguna opción, pero de momento me los cayo. A ver cómo va yendo este inicio de año y en función de estas próximas semanas, tomaré una decisión.
Estos han sido los números de 2022
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