Bilbao Night Marathon 2012

Como preparacion para Donostia, he participado éste pasado sábado en la cuarta edición del Bilbao Night Marathon, aunque como el año pasado, en lugar del maratón he corrido la media. Además, como el año pasado también, he corrido gratis, ya que en un sorteo en Facebook de Iparkutxa (patrocinador de la carrera), me tocó un dorsal.

El año pasado ésta fue una carrera objetivo para mí, ya que intentaba bajar por primera vez de 1:30, pero al final no pudo ser.

Sin embargo, este año he ido con otro objetivo. He ido como parte de un grupo para hacer de liebre a Richard y a Toño, que tenían intención de hacer un sub 3h en el maratón. Para Richard sería la primera vez, sin embargo Toño, ya lo había conseguido un par de veces antes.

Como todas las ediciones de esta carrera, el día se hace largo.

Por la mañana, fuimos Alba y yo al Hotel Domine, que es donde se retiraban los dorsales y donde estaba la feria del corredor. Desde luego nada que ver con otras ferias que he visto, como la de Barcelona o Sevilla.

A diferencia de otros años, en éste había cajones de salida para evitar los colapsos de otros ediciones anteriores nada más tomar la primera curva tras la salida, y para ello, según te daban el dorsal, te pedían tu objetivo en la carrera para darte una pulsera de un color determinado dependiendo del objetivo. En teoría, buena idea, pero al final cada uno cogía el color que le daba la gana. De todas formas, como la salida iba a ser escalonada cada dos minutos, los colapsos y atascos serían menores.

Tras comer y echar una buena siesta, me preparo y voy hacia la Araña del Guggenheim. Llueve y no tiene pinta de que vaya a dejar de llover en toda la tarde. Como todos los años, acudimos un montón de foreros, tanto los que van a correr como los que van a animar.



Gran participación Forera

Entre saludar a unos y a otros, charlar, sacarnos unas fotillos y ponerse la ropa de faena, se acerca la hora de empezar a calentar. En seguida nos juntamos los cuatro que formaríamos el grupo, Paco, Richard, Toño y yo mismo. Calentamos juntos y un poco antes del inicio de la prueba, vamos hacia los cajones de salida. Pero para nuestra sorpresa, vemos que han puesto cajones de salida pero no han dejado (o nosotros no hemos visto) una puerta para acceder a los cajones, con lo que tenemos que saltar la valla. Además, vemos que estamos en el tercer cajón, cuando nosotros deberíamos estar en el segundo, así que avanzamos como podemos hasta colocarnos en nuestro sitio, paralelos a la libre de 3h, muy cerca de primera línea de nuestro cajón.

Esta año, como novedad, han dado la salida a la hora, sin retraso ninguno. Salen los primeros y nosotros esperamos 2 minutos a que den nuestra salida. Dos minutos más de tensión.

Y por fin, nos toca empezar a correr. Como el objetivo era pasar la media en 1:28:5x o así para que tuvieran un colchoncito de tiempo para la segunda media, debíamos poner un ritmo crucero de 4:13 más o menos. Sin embargo, el primer kilómetro lo pasamos en 4:02 y el segundo en 4:08, pero es que la primera parte de la carrera es una puñetera trampa, corriendo por el borde de la ría, en un paseo lleno de bancos, fuentes, etc.

La liebre de 3h va por delante nuestro, pero intentamos (y lo conseguimos) ponernos por delante, porque en teoría, íbamos a ir más rápido que ellos.

Nos ponemos Paco y yo delante de Toño y de Richard y empezamos a tirar. Yo creía que íbamos haciendo hueco con la liebre, pero en una de éstas, por la Gran Vía, miro para atrás, y veo que vamos primeros de un enorme grupo en el que va la propia liebre.

De momento vamos bien, haciendo todos los kilómetros por debajo del ritmo previsto. Antes del inicio del túnel del Guggenheim, veo de nuevo (ya les había visto en la salida) a Alba, Patri, etc., y les choco la mano.

Hacia el kilómetro 5, justo debajo de las Torres Isozaki, un corredor que venía por mi derecha me pregunta:
-¿a qué vais?
- A 3 h en maratón, pasando la media en 1:28.
- Bien, me quedo con vosotros.
Le miro para decirle que ok, y veo que es Cuco Ziganda.

El siguiente kilómetro, el 6, tras pasar un avituallamiento que no vi llegar, lo hacemos un poco más lento, en 4:21, pero lo hacemos así por ir regulando ya que tiene dos subiditas, la del puente del Ayuntamiento y la del puente del Arenal. Aun así, el ritmo medio en ese punto seguía siendo acorde al objetivo.

Tras el giro de 180 grados que se hace en La Merced, la liebre nos vuelve a pasar y con ella todo el grupo que llevaba detrás. Nos miramos y decimos que la dejamos marchar, porque va demasiado rápido.

Nosotros seguimos a lo nuestro, incluso vamos reteniéndonos porque dicen los “liebreados” que vamos muy rápido. Yo me encuentro muy bien, con tramos en los que sin querer me pongo fácil a 4:06, y eso que vamos pendientes tanto Paco como yo de no separarnos de Toño y Richard. Incluso en los avituallamientos, procuro coger agua por si la necesitan, ya que yo no suelo beber en medias maratones, a no ser que sean días calurosos.

No sé porqué, pero a pesar de hacer los primeros 10 kms en 42 minutos justos, que supone un ritmo de 4:12, de repente hacemos los dos siguientes en 4:18 y 4:23.

Por aquí, algo nos llama la atención y nos hace darnos cuenta de que no vamos tan bien como dicen los tres GPS que llevamos. Así que apretamos un poco y volvemos a ponernos a rodar en el ritmo previsto.

Sin embargo, al pasar los puntos kilómetros de la organización, vemos que los tiempos no cuadran y empezamos a agobiarnos un poco.

Se me hace muy largo el recorrido después de pasar Elorrieta hasta que damos el giro casi en Erandio. Además, toda esa zona está muy oscura y apenas se ve.

Ya sólo queda volver por el mismo sitio que hemos ido. Nosotros seguimos con el ritmo crucero y poco a poco vamos adelantando a mucha gente, entre ellos a Cuco Ziganda de nuevo, que nos abandonó cuando nos adelantó la liebre de 3h y se fue con ella. En meta me diría después que vaya cagada hizo.

Paco y yo en cabeza del grupo, "protegiendo" a Toño y a Richard

Yo seguía pensando que íbamos bien, incluso algo mejor de lo previsto porque por ésta parte de la carrera, veníamos haciendo kms incluso por debajo de 4:10, pero según íbamos pasando los carteles de los kilómetros me iba dando cuenta que no, que algo fallaba.

Cuando cruzamos el puente del Arenal de nuevo, y giramos a la derecha para enfilar la última parte ya de la carrera, pasamos el km 20 según el fore en 1.24:07 pero ya vemos que no es fiable, puesto que el 20 realmente estaba algo más adelante.

A la altura de la pasarela de Calatrava, les digo que me quedo, que ya no tiro más, pero un “que cojones te vas a quedar si faltan 500 mts.” que dijo Paco, hizo que me viniese arriba otra vez, e incluso acabase al sprint, para marcar al final 1:29:40, tiempo que buscaba el año pasado y que éste ha salido realmente fácil.

Después, cambio de ropa, charla con varios amigos y a cenar a casa de otro amigo. Por el camino, me encuentro de frente con Richard, que me dice que lo ha dejado en el km 27 porque iba muy justo con el tiempo y no le apetecía sufrir durante otros 15 kms para quedarse luego en las puertas de ese sub3H. Creo que ha hecho bien, ya que aún le queda Donostia, dentro de 5 semanas. Toño hizo al final 3:01

También de camino a cenar, me di cuenta de la soledad que tiene esta carrera para el que corre el maratón, lo duro que se hace esa segunda vuelta, a esas horas, sin animación, lloviendo, etc.

No sé qué recorrido tendrá esta carrera en el tiempo, si se celebrará mucho tiempo o poco, pero yo tengo claro que si sigue haciendo como mucho seguiré corriendo el medio maratón