Próximas carreras (o al menos, intenciones)

Alabado sea el fisio

Al final, todos los que practicamos deporte acabamos teniendo que acudir al Fisio. Aunque no todos lo hacemos con la frecuencia que deberíamos y algunos sólo vamos cuando alguna parte de nuestro machacado y sufrido cuerpo protesta. El refranero dice que “Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”, y en la mayoría de los casos es cierto.
Yo sólo he ido en dos ocasiones. Una fue antes del Maratón de Bilbao de mayo de este año, mi primer maratón. A 10 días de la carrera, me torcí un tobillo. Después de un montón de días de entrenamiento, de mucho cansancio acumulado, de mucho sacrificio por mi parte y sobre todo de la familia, ves que por un mal paso se puede ir todo al garete. En el hospital me dijeron que tenía que estar 15 días con un vendaje compresivo y sin mover el tobillo.
Ya lo daba por perdido, pero me aconsejaron acudir al fisio. Lo primero que me dijo fue que estuviese tranquilo porque más rápido o más lento, el Maratón lo iba a correr.
Y así fue. Después de 4 sesiones y mucho hielo, conseguí acabar el Maratón.
Ayer fui de nuevo al fisio por una distensión del ligamento interior de la rodilla. Era la segunda sesión y ya no tengo ninguna molestia.

Esta tarde saldré a correr después de 10 días parado.

Alabado sea el fisio.

2 comentarios:

  1. Creo que voy a tener que ir a Bilbao al fisio...

    ResponderEliminar
  2. Bah, no te creas. mucho de la curación lo hace nuestra cabezita y nuestras ganas de correr.

    ResponderEliminar